viernes, 3 de diciembre de 2010

Entrevista a Ludovico


Javi Méndez y Álvaro Bárcena son dos músicos asturianos con una amplia trayectoria a sus espaldas que juntos forman Ludovico, un particular proyecto que los mantiene unidos desde el 2004, aportando su talento y un toque de originalidad a la actual escena musical.

¿Cómo nace Ludovico? 

Ludovico es la continuación natural de otro proyecto de hombre-orquesta que tuve anteriormente llamado Koan, que nació en el año 1999 cuando comencé a experimentar con los pedales de mi batería disponiéndolos de tal modo que pudiera tocar el bombo con el pie derecho y la caja con el izquierdo al mismo tiempo que tocaba el bajo y cantaba. Finalmente, descubrí que con una batería electrónica podía añadir un charles (que toco con el talón) platos, timbales etc... Pero lo que  me hizo pasar de un formato de hombre-orquesta a formato dúo es que tocando solo me aburría soberanamente (risas). Así que, después de pensar muy detenidamente quién podía ser mi compañero de fatigas no pude escoger mejor persona que a Álvaro Bárcena, genial guitarrista y cantante que es sin duda mi mejor aliado en directo. Pusimos de nombre Ludovico y no hemos parado de tocar desde entonces en todo tipo de plazas, logrando cada vez mayor complicidad y soltura.

¿Cómo surge la idea de unir bajo y batería en una misma persona?

Hace un montón de años mi hermana organizó una jam session en su bar “Isla de Cuba”, y tuvo tan escaso poder de convocatoria, que sólo asistimos el gran guitarrista Javi Monge y yo. Con semejante pobreza de instrumentistas y por puro aburrimiento me senté en la batería con el bajo colgado y, no sé por qué, mientras Javi tocaba un blues con su guitarra, me puse a acompañarle con el bajo y el bombo. Sin embargo en ese momento se me pasó por la cabeza; y, ¿si pudiera tocar la caja con el pie izquierdo? Así que cuando se acabó la Jam me fui al local y empecé a fabricar un soporte de madera para la caja. Te puedo garantizar que hice más de 20 prototipos a cada cual mas bizarro e inefectivo, hasta que llegué a la batería electrónica que me permitía tocar con facilidad...Así fue la cosa.

¿De dónde salió el nombre de grupo?

Koan fue el principio de todo y, en la filosofía Zen, un Koan es la prueba o acertijo que un maestro hace a su discípulo para descubrir si ha alcanzado la iluminación, o que esa prueba le ayudarle a alcanzarla. Como ves es un nombre muy espiritual y muy acorde con la música que hacía con este proyecto. Pero para Ludovico, cuyo estilo es mucho mas rockero y golfo, buscamos un nombre más acorde, y éste surgió después de ver la película “La naranja Mecánica” de Stanley Kubrick, en referencia a la “técnica Ludovico” que utilizaban para encarrilar a Álex.

¿Cuáles son las influencias de Ludovico?

Todas y ninguna. Hacemos casi todo versiones y nos da igual estilo, grupo o cualquier otra cosa. Simplemente si nos gusta una canción la hacemos. Yo creo que esa es la clave del éxito de Ludovico en directo, que el repertorio es tan amplio y variado que puede gustar a todo el mundo.

¿Qué proyectos tenéis a corto/medio plazo?

Tocar, tocar y tocar. De momento no queremos grabar nada porque pa que! Si ya no compra discos nadie...Así que continuamos en nuestro medio natural que es el escenario, divirtiéndonos y tratando de divertir a la gente que es lo máximo!

¿Con quién os gustaría tocar (vivo o muerto)?

¡Hay tantos! Desde Jimi Hendrix, Led Zeppelín, The Who,The Beatles, Rolling Stones… Cualquier grupo de los sesenta o setenta nos vale. Fue una época increíble de talento y libertad.

¿Mantenéis otros proyectos además de Ludovico?

Nosotros dos, y creo que casi todos los músicos que conozco, siempre hemos tenido un pluriempleo musical duro. Recuerdo que en el año 1992 yo tocaba en doce grupos a la vez!  (risas). Eran otros tiempos... Álvaro ahora mismo está con Pablo Moro, Electric Búfalo y Los Ministros. Y yo sigo con El Sueño de Morfeo, actuando esporádicamente con Álex Ubago y con Los Ministros también. Estoy retomando Koan, que lo tenía muy abandonado y colaborando en un montón de cosas más. ¡No paro!

¿Cómo veis el actual panorama musical en Asturias? 

Es alucinante la cantidad de grupos que hay y las ganas que tiene la gente de funcionar. Eso, unido a que, por fin, hay una variada escena nocturna de salas que programan semanalmente conciertos, hace que vivamos un buen momento. Solo tenemos que echar la vista atrás un par de años, cuando el colectivo “Oviedo no suena” tuvo que salir a la calle para protestar por la absoluta sequía musical que había dejado la noche sin música.


martes, 30 de noviembre de 2010

Crónica de Big Trouble Band

Tengo que escribir una crónica sobre un concierto en un bareto de Oviedo, y yo pienso: Concierto, bareto y noche. ¿Cómo no? Me sobraban las ganas y tenía los datos.

El grupo era The Big Trouble Trio, no lo conocía, pero el bar donde tocaban era Al Fondo hay Sitio, y el concierto comenzaba a las diez. Mi GPS mental me da las coordenadas: Calle Mon. Todo P´abajo. Casi al Final.

Llego al sitio pronto y fuera me encuentro a mis amigos charlando con los músicos, que están ultimando los detalles. O sea, apurando unas birras y un pincheo antes de salir a tocar. El concierto comienza ya mezclándome entre las bromas de la banda antes de que suene un solo acorde.

Un rato después de de los músicos, entro con mis amigos y me recibe ya la primera canción sonando entre el ambiente. La banda no hizo esperar a nadie. Entraron justo antes que nosotros y ya estaban tocando.

El bar está lleno de gente, y aunque tengo ganas de ir al servicio, prefiero colocarme estratégicamente delante del todo, y no voy a comprobar si realmente "al fondo hay sitio"; Por el murmullo de risas y conversaciones me imagino que la cosa por allí atrás también debe estar animada, pero el potente sonido de blues acalla todo lo demás. 

Los músicos son tres tipos grandotes con camisetas negras, que llenan bien el espacio del escenario; por lo que tocan, y por la forma veterana que lo hacen, deduzco que son un trío bien rodado. Allí suena música, y las poses de divos o aspirantes a estrellas no tienen sitio. Los músicos ocupan aquel rincón de paredes repletas de todo tipo de cosas, concentrados solo en arrancar música de las guitarras y del cajón. Maletas, fusiles, cuadros, muebles y viejos instrumentos desgastados por el uso adornan todo el bareto. Mientras, la gente charla o se mueve con las últimas notas apagadas de blues. 

Casi sin presentaciones arrancan con una de los Doors, y me zumban los talones siguiendo aquella conocida Roadhouse Blues. Entonces me doy cuenta de que hay algo que no encaja, y me rayo hasta que logro descubrir por fin que es. Uno de los guitarristas es zurdo, y por la forma en la que están colocados en el escenario hacen un efecto curioso. Es como ver dos guitarristas reflejados el uno en el otro, uno con una eléctrica y el otro acústica. Uno sentado y el otro en pie. Separados por el ritmo que su colega marca en medio de los dos con el cajón flamenco.Entonces reconozco al de la eléctrica, es el mismo tío al que le compré mi primera (y única) guitarra acústica. La cosa comienza con una coincidencia cojonuda

Suenan los primeros acordes de una canción de U2, mientras recuerdo una trastienda que huele a almacén de música y local de ensayo.

Me trae de regreso al concierto la voz del cantante, cuando sube entonando las agudas estrofas sin tropezar. A mi espalda, varios tíos no dejan de hablar. Entre la parte instrumental escucho algo sobre tarjetas de crédito y puntos de viajes, sin poder evitar resoplar; ellos se lo pierden, pienso concentrándome en ver como los músicos charlan solo con acordes y miradas de comprensión, haciendo bailar la introducción de Wicked Game. Estos tres se conocen bien.

Después recuerdo la cantidad de veces que he tenido extrañas conversaciones nocturnas con mis amigos, mientras sonaba música cojonuda en algún bareto acogedor. Me vuelvo y observo de reojo a los que charlan detrás mío.
En aquel grupo también distingo a unos amigos que se conocen bien.
Hay mil formas de disfrutar un concierto, y todas pueden ser la correcta. Hablar con los amigos mientras te tomas una birra y suena música en directo puede ser un auténtico lujazo.
Después recuerdo la cantidad de veces que he tenido extrañas conversaciones nocturnas con mis amigos, mientras sonaba música cojonuda en algún bareto acogedor. Me vuelvo y observo de reojo a los que charlan detrás mío.
En aquel grupo también distingo a unos amigos que se conocen bien.
Hay mil formas de disfrutar un concierto, y todas pueden ser la correcta. Hablar con los amigos mientras te tomas una birra y suena música en directo puede ser un auténtico lujazo.

Echo de menos los coros de chicas en aquella versión planchada del tema de Chris Isaak, así que pongo cara de cantante femenina y les canto a mis amigos.

Los temas van subiendo de ritmo y la cosa se calienta. Se han escuchado y visto un par de sobradas, y entre el público alguien se enciende y pide Sultans of Swing. Varios nos miramos animados cuando comienzan los primeros acordes. Entonces el guitarrista para, y comenta sonriendo que no la tienen preparada. También menciona a un grupo de Oviedo que hace versiones de los Dire Straits, y a los que recomienda ir ver. Me anoto el dato, satisfecho por el cambalache entre las bandas que tocan por aquí.

recomienda ir ver. Me anoto el dato, satisfecho por el cambalache entre las bandas que tocan por aquí.

Mientras, ellos arrancan con rock, tras escuchar interminables peticiones populares. Un espontáneo se envalentona y marca unos meneos con pose de rocabilly.
Esto es lo que mola de los conciertos en directo, me digo bailoteando también hacia mis amigos; el CD no me da estos momentos. Rematan con un Rolling to the River, en el que juegan yendo y viniendo, bajando y subiendo el ritmo.

Cuando la banda ya se descuelga los instrumentos, la música comienza a surgir por arte de magia de los altavoces. Los músicos aún tienen tiempo y energía para cruzar algunas bromas entre los presentes mientras recogen con calma. Charlas sobre discos y grupos. Cables enrollados y fundas de guitarras.

No es lo mismo que leerte todo el libreto de un disco. Aquí los créditos suceden también en directo.


Angel Llera Llera

viernes, 12 de noviembre de 2010

Entrevista a Rubén Mol


Rubén Rodríguez Fernández,  más conocido como Rubén” Mol”, ha tenido una carrera imparable desde que algo parecido a una batería cayó entre sus manos. Coordinador del Centro de Música Joven “Pedro Bastarrica” desde su apertura, presidente de la Asociación de Bateristas de Asturias, artista patrocinado por diferentes firmas como MAPEX, MEINL, REMO, TE & SON” nos resume en esta entrevista dos décadas de experiencia detrás de la batería.
Fotografía: Javier Rodriguez

¿En qué momento te decidiste por la batería?

Fue cuando tenía 13 o 14 años en las fiestas del pueblo, en Santiago del monte. Había una orquesta y yo solo me fijaba en la batería; no miraba a la cantante, ni a las coristas, que debería haberlo hecho (risas), sino que sentí una fascinación total por la batería. La explicación es tan sencilla como una atracción; una atracción hacia aquel tío, y los ritmos que era capaz de hacer con sus manos y sus pies.
También mi padre en sus tiempos tocó la batería en una orquesta...supongo que algo llevas dentro que te lleva a querer hacer eso.

¿Cómo fueron tus comienzos en la música?

Empecé a tocar en la habitación de mi casa con algo parecido a una batería que fabriqué con unos bidones  de detergente,  los platillos con latas de conserva de callos industriales que conseguía en la carnicería de mi barrio, las baquetas eran un par de ramas de árbol, la maza del bombo era un destornillador con una peseta encintada...mucha ocurrencia. No tenía ni presupuesto ni podía decirles a mis padres que me compraran una batería, la necesidad agudiza el ingenio.
En aquel momento tocaba encima de discos de grupos españoles como La Guardia, Loquilllo, Ilegales, La Frontera...

¿Cuándo conseguiste tu primera batería?

A los 16 años, después de todo tipo de trabajos: recoger caracoles, vender comics… conseguí reunir 50.000 ptas. de las de antes para comprar mi primera batería, una Newsound… es una marca de la que debieron hacer una batería nada más (risas). Se la compré de segunda mano a Paco, que tocaba con  un grupo con el que después grabé un disco, The Amateurs.

Quiero destacar el compré, porque estoy convencido que el instrumento que te compran o te regalan no suena. Que lleve un esfuerzo detrás, hace que lo valores y disfrutes mucho más. Tanto trabajo para conseguirlo demuestra que quieres hacer eso, sino seria un juguete, un capricho.

¿Recibiste algún tipo de formación?

Aprendí de forma autodidacta, hasta que en el 96 hice un curso en el Taller de Músicos de Gijón y fue cuando aprendí a leer partituras, lo que me permitió seguir estudiando de forma individual, aunque siempre está bien tener un profesor de vez en cuando, asistir a una master class, si conoces el solfeo ya te puedes autogestionar porque existen muchos libros, métodos…

¿En qué estilos te sientes más cómodo?

Fotografía : Javier Rodriguez
Mi carrera es muy direccional, digamos que el río principal es el rock, de todas maneras también me interesan otros estilos musicales y he tratado de estudiar y tocar otros palos; funky, Pop, Folk, etc….

¿Puedes resumirnos tu trayectoria brevemente?

Sobretodo grupos locales… Me llamaron con 16 años de un grupo;  yo solía aparecer por los locales de ensayo viendo a la gente, y como ya tenía batería me puse a ensayar con ellos (The Dark). Después me fui con Malas Compañías al concurso Interbarrios del 89 y el grupo invitado, The Amateurs, me vieron tocar y me ofrecieron hacer unos bolos con ellos en Canarias. Más adelante, seguí con Los Ruidos, Los Mas Turbados, Ilegales, Los Berrones, Nuberu, Xuacu Amieva, Zem…

¿De qué grupo guardas mejor recuerdo?

Tengo muy buenos recuerdos con todas las bandas. Evidentemente, mi grupo bandera es Ilegales; Con aquella batería casera tocaba encima de  discos de Ilegales que ponía mi hermano mayor. Una noche me escapé de casa en el maletero de un R12  el 8 de Septiembre del 89 a verlos en directo, y me dije: yo tengo que tocar con ellos como sea. Y además de cumplir un sueño por tocar con esa gente, o mejor dicho gentuza (risas), también conseguí un amigo y mucha experiencia. No hice la mili por lo legal, la hice por lo ilegal.

¿Cuáles son tus bateristas de referencia?

Hay muchísimos. Entre los nacionales tengo que destacar a Anye Bao, Toni Jurado, Jorge Cambareli, Xavi Reija, Ángel Crespo, etc…; Son algunos de los bateristas que admiro muchísimo.
En cuanto a los internacionales infinitos; el máximo exponente, por supuesto, el ya desaparecido Buddy Rich.

¿Cómo se llega a ser endoser de varias marcas?

En 2001 tuve un accidente de tráfico y con lo que cobré me apetecía hacer algo personal y grabé un DVD con unos solos de batería. Euromusica Garijo, distribuidora en España de MAPEX y otras marcas me llamaron para formar parte del equipo de MAPEX y MEINL.  A través de estos patrocinios tuve la oportunidad de coincidir con otros bateristas de renombre nacional e internacional. Además, mi segunda batería era una MAPEX, utilizaba parches REMO… y posteriormente me convertí en endoser de esas firmas; es un poco cosa del destino.

Por otra parte, me gustaría reseñar en cuanto a baquetas el gran trabajo de  Fernando Colodrom (responsable de baquetas Te&Son).

En el 2006 fui a Valladolid y participé en todo el proceso de fabricación y diseño del modelo que me gusta. Ahora mismo está haciendo baquetas para grandes bateristas del país, que yo sepa es el único en toda España. Ha sido un gran descubrimiento ya que estar a gusto con el tipo de baquetas que utilizas es muy importante.
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Fotografía: javier Rodriguez.
¿Qué balance haces a nivel personal del 2010?

Muy bueno muy bueno, vuelta al peonaje. Somos trabajadores de la música, el músico tiene que estar dando el callo. Es una cuestión del día a día y eso está en el pub, el bar, etc. Cachés dignos y buenas condiciones, lo que en ocasiones hace que vayas a tocar una hora y media y acabes estando más de cuatro en el escenario.
Las plazas de toros y los campos de fútbol están muy bien, pero no están ahí todo el año. Lo importante es seguir tocando, el músico que no toca en directo, no está vivo (musicalmente hablando).

¿Qué proyectos tienes a corto plazo?

Siempre tengo algo en mente. Tirar para adelante con el disco que autoproducimos con Tipos de Interés, seguir dando conciertos maratonianos con mis dos mejores aliados Rafa Kas y Luiggi Tudermis, sobre todo seguir estudiando; el proyecto para mí ahora y siempre es no dormirme. Nunca estoy quieto ni conforme, siempre trato de evolucionar con el instrumento.

¿Alguna recomendación para los que comiencen en este mundillo?

Hay que tenerlo muy claro, tocar un instrumento requiere casi vender tu vida a él. Yo pongo un ejemplo: si existiese la situación utópica de recibir un cheque en blanco por dejar de tocar, no lo aceptaría ni  por todos los millones de euros del mundo. Necesito tocar, no es un capricho, es una necesidad. Lo digo con toda sinceridad.

¿Alguna pregunta que nunca te han hecho y siempre quisiste responder?

¿Qué día voy a dejar de tocar? Mi respuesta es: el mismo día que deje de respirar. , porque aunque no pueda tocar con las manos o los pies, siempre nos quedará el corazón que al fin y al cabo es con lo que hay que tocar. Para mí tocar es sinónimo de vivir.




sábado, 2 de octubre de 2010

Crónica del concierto de Johnny Penicilina y Los Frixuelos Electricos

Un año más, La Deva nos presenta su programación de conciertos de San Mateo, con gran aceptación por parte del público; Un escenario con unos pocos centímetros de altura instalado para la ocasión, fue testigo del inmejorable ambiente que se respira, a pesar del calor, en la Deva. Nos gustaría que ese escenario no tuviera que desaparecer después de las fiestas como consecuencia de las presiones vecinales y del propio ayuntamiento…el mismo que defiende a Oviedo como capital europea de la cultura 2016. Como decía el compositor Pierre Boulez;” A menudo, la música es el pariente pobre de la cultura.”

Fotografía: Javier Rodriguez
Aún así, fueron varios los grupos que protagonizaron una agenda musical alternativa a los conciertos de San Mateo; mientras Loquillo se preparaba para cantar bajo la lluvia, Onde Toquen asistía al impresionante concierto que nos brindaba en La Deva Johnny Penicilina y los Frixuelos Eléctricos el pasado 15 de Septiembre. Aunque ya habíamos visto otros conciertos de esta banda, en esta actuación vimos a un Johnny mucho más enérgico, y más colérico; sus letras llenas de poesía rabiosa atravesaban nuestros oídos con un rock & roll puro y duro.

La banda, compuesta por Johnny Penicilina (voz y armónica), Alfonso Fernández (guitarra), César Longo (batería), José Maxide (guitarra) y Marcos Díaz (bajo), puso toda su energía en el escenario, y fuera de él, dándonos momentos gloriosos, que desde el primer tema, mostraban la simbiosis existente entre esta banda y su público.

El grupo fue caldeando el ambiente con canciones como “Pulí mi narcisismo”, “Nutri Ying- Nutri Yang” y “Entre ratas”. Después de éstas, y sin pausa, Johnny se dirigió al público apoderándose del micrófono antes de que Alfonso Fernández casi lo destrozara con su guitarra, y con una voz rota de la experiencia dijo: Vamos a mostraros a todos los que estáis aquí el sentido de la vida. ¿Cuál es el sentido de la vida? ¡Éeeeeste! Y mientras sonaban los rápidos rasgueos del tema “Dale más” grita: ¡¡¡¡ Rock&Roll !!!!!.,consiguiendo de nuevo que tema tras tema el público presente se motivara acompañando a la banda cantando “fuerte, fuerte y dale más”.

Continuaron alternando canciones de sus dos discos entre aplausos y paseíllos entre el público, proyectando su carisma a todos los rincones del local. La banda se toma un pequeño descanso mientras el incombustible Johnny nos entretiene con un par de temas a la guitarra. Una cerveza después, los frixuelos, ya más frescos, suben al escenario para seguir sudando a un ritmo imparable hasta el final del concierto.

Uno de los momentos apoteósicos de la noche llegaba con una versión de Wilbert Harrison, Let´s work together, donde un Johnny con acento inglés consigue que todos los presentes acaben literalmente en el suelo. Comenzaba así la cuenta atrás hacia los dos bises aclamados por el público que cerrarían la actuación.

Fotografía: Javier Rodriguez
Pero en este concierto no todo fue rock&roll; fuimos cómplices de la despedida del bajista de los frixuelos eléctricos Marcos Díaz, que entre risas y bromas nos aseguraba que esto no supondría el final de la banda. No faltó tampoco la ya familiar venta de discos; por un módico precio puedes llevarte a casa a Johnny Penicilina y los Frixuelos Eléctricos, en formato Cd, claro está.

Esperamos volver a disfrutar pronto del directo de Johnny Penicilina y los frixuelos eléctricos; Mientras tanto, podéis seguirlos en la red:

Entrevista a Verde Cannaia


Verde Cannaia surge en febrero del 2006 cuando Andrés (teclado) y Antonio (bajo) llegan a Oviedo desde Cantabria y se juntan con Álvaro (guitarra y voz), Vicho  (guitarra) y Gabriel (batería) que están buscando gente para cerrar la formación y empezar este nuevo proyecto. Tres años después,  Andrés deja la banda  y la formación queda en el cuarteto actual.
¿Cómo definiríais vuestro estilo? 

Nuestro estilo básicamente es rock, pero cada vez estamos tirando más hacia el funk, de hecho es un poco a donde pretendemos ir.

¿Qué influencias tenéis y en qué medida influyen en la composición?

Nuestras influencias abarcan un abanico enorme de estilos; donde más coincidimos todos es el rock de los 70 con bandazas como Led Zeppelin , Rolling Stones , Jimi hendrix , Sly and the family stone …
Está claro que las influencias afectan  a la música que hacemos, con ellas aprendes a tocar. Pero pensamos  que hay que conseguir tener una identidad propia; esto es muy importante, en la música actual parece que esto se ha perdido un poco.

¿Qué os inspira a la hora de componer?  

En las canciones se tratan temas cotidianos, a veces con un punto de humor, otras no. También se tratan relaciones personales, tienen sobre todo  un enfoque humano.
A nivel compositivo nos gusta darles muchas vueltas a los temas y tocar siempre para la canción, buscar un poco el equilibrio para que la canción fluya y consiga el mejor groove posible.


Habéis ganado varios concursos, ¿en qué medida afecta al desarrollo de vuestra carrera musical?

Hemos ganado varios premios, todos nos han ayudado mucho, sobre todo te dan moral para seguir haciendo lo que nos gusta. Con este ultimo (40 Principales) estamos grabando un disco que saldrá en diciembre de este año, y también grabaremos un video clip.
                                                              
¿Cómo veis el actual panorama musical en Asturias? 

El panorama actual de la música en Asturias parece que últimamente ha pillado un poco de impulso. Parece que hay más movimiento de gente que se mueve de conciertos gracias a buenas programaciones de algunos bares.

¿Con quién os gustaría tocar (vivo o muerto)?

Hay muchas bandas con las que nos gustaría tocar, puestos a pedir con los Chili  Peppers, tienen un directo brutal.

¿Se puede vivir como músico en Asturias?

En Asturias es difícil vivir de la música pero no imposible, hay gente que vive de ella. Está claro que actualmente el músico cada vez vive y vivirá más del bolo, ya que cada vez se venden menos discos y  el soporte tenderá a desaparecer, cosa que será una pena.

¿Cómo veis a relación internet/música?

Hoy en día la relación de la música con Internet es enorme. Es un buen escaparate. Aunque muchas veces uno se vuelve loco con tanta saturación de información .Algo parecido a tener un ipod con 30 discos y 500 canciones, al final es muy probable que no escuches bien ninguno y estés pasando canciones continuamente de manera compulsiva.

viernes, 1 de octubre de 2010

Entrevista a Bueno


“9 canciones minúsculas, un huracán y un millón de lunares” (2009) es el primer trabajo en solitario de Bueno, o lo que es lo mismo, Javi Vallina, autoeditado con el sello Nada Bueno creado para la ocasión

500 portadas pintadas a mano
 La idea de hacer este disco fue surgiendo de una forma natural, casi sin pretenderlo. En realidad el primer día que grabé algo de lo que hay en este disco, la idea era hacer 4 ó 5 temas nuevos solo con guitarra y voz para no olvidar las canciones… luego vas tirando del hilo y llegas no se sabe muy bien como hasta lo que hoy es el disco. Sí es cierto que tenía intención de hacer algo yo solo con las canciones que iba componiendo pero sin ninguna fecha fija. Lo que pasó fue que en un momento concreto me encontré con una serie de canciones nuevas que encajaban bien unas con otras y mientras el disco iba tomando forma en mi cabeza supe que, a pesar de estar inmerso en otros proyectos, era el momento de lanzarme con esta historia. Seguramente es más el fruto de una evolución natural que de algo premeditado, era el momento de dar un estirón y un paso al frente. Lo mejor de todo es que Bueno nace como un proyecto que tendrá continuidad, no como un disco aislado.

Su presentación no podía ser menos original y artística que la propia música que contiene;
Fotografía: Borja Montes.
El disco se editó en dos formatos diferentes. Una bonita caja de cartón con la portada ya impresa y 500 copias numeradas que venían de imprenta con la portada de la caja en blanco. Estas 500 copias en blanco se extendieron sobre el suelo de la sala Mediateca de LABoral Centro Arte y Creación Industrial (Gijón) y con la ayuda de Mimoum pintamos sobre la superficie las 500 portadas a mano, de manera que el conjunto es un gran puzle de 500 piezas e individualmente cada disco tiene una portada diferente, no hay dos iguales. Cada una de las copias, incluye en su interior una tarjeta con un código que al introducirlo en la web ayuda completar sobre una gran foto la parte del conjunto que cada persona se ha llevado a casa. El disco no tiene precio, es cada persona quien se lo pone. Cada persona paga en los conciertos lo que desea por cada copia del disco.
Si ya has escuchado 9 canciones minúsculas, un huracán y un millón de lunares,  te volverá a sorprender al hacerlo en directo, ya que tal y como nos relata Javi Vallina;

El disco en realidad lo grabé yo solo, toqué todos los instrumentos y construí todas las canciones partiendo de cosas tan sencillas como una base de guitarra acústica. El trabajo del disco ha sido una cosa, ha quedado muy bonito, pero a la hora de llevar el disco al directo cuento con 4 músicos más (Iván Vallina a la guitarra, Miguel Altable a la batería, Agustín Orviz al bajo y Alejandro Rubio al sintetizador) y cada uno tiene su personalidad a la hora de tocar. No obstante, desde el primer día pretendíamos llevar las canciones un poco más lejos, desarrollarlas algo más y adaptarlas a lo que nosotros entendemos que debe ser un concierto en directo, más energía, más potencia, más sudor, etc.

Sin embargo, su pasión por la música no se queda ahí; aunque Bueno es el proyecto en el que Vallina se encuentra más implicado actualmente, participa activamente en otras agrupaciones:

Los Mancos tenemos un disco nuevo grabado, pendiente de mezclar y estamos pensando en que época sería mejor editarlo, pero no tardando mucho. Al disco también le acompañarán algunos conciertos… así que seguimos funcionando. Con Hotel Vaqueros, que es un dúo de versiones que tengo con Noel Álvarez  y que nos divierte un montón, seguimos haciendo bolos, todo lo que surja. También estoy en un grupo tributo a la banda gijonesa Los Locos llamado Radio Fox, voy como guitarrista en directo con Los Ciquitrinos, hace poco grabé el bajo en un E.P. editado por El Viejo Frisco (titulado Prefacio) y en el disco de Kiko Amez (Nadando en Plástico)… Como ves me apunto a todo…
Fotografía: Borja Montes.

Tras la estupenda acogida, tanto por parte del público como de la crítica, de este trabajo discográfico, y 3 nominaciones a los Premios AMAS, Bueno nos habla de sus planes para el futuro:

Lo más inmediato es intentar tocar algo más fuera de Asturias. Hemos ido a Madrid antes del verano y alguna cosilla más pero antes de que acabe el año hay que tratar de salir a tocar fuera, a pesar de que es complicado. Un poco más a medio plazo, plantear ya la grabación del próximo disco de Bueno. Y como también decía antes, hay que ponerse a mezclar y editar el nuevo disco de Los Mancos. Básicamente seguir adelante…

¿Se puede vivir como músico en Asturias?
Es complicado… se puede sobrevivir supongo.
Se puede vivir haciendo muchas cosas, dando clases si tienes estudios musicales, dando bolos con varios grupos y tratando de compatibilizarlo con otros trabajos esporádicos. Pero tener un solo grupo y que tengas suficiente éxito para vivir de la música, hoy en día es complicado.

De todos modos, se muestra optimista ante la actual situación de la escena musical asturiana;

 Ahora por fortuna parece que la cosa está mejorando, cada vez hay más movimiento, la gente se mezcla mucho para tocar unos con otros, hay más sitios donde actuar, parece que más grupos y también cada vez hay más público en los conciertos. Creo que se está viviendo un resurgir de la música en Asturias después de una época complicada sin casi sitios donde tocar.

Recordad que podéis escuchar “9 canciones minúsculas, un huracán y un millón de lunares” en la red, además de su videoclip de la canción Paila, dirigido por Alberto Menéndez en la web: www.lawebdebueno.com. Actualmente Bueno suena en Radio 3 y su disco está siendo distribuido a nivel nacional por Astro Música.