viernes, 28 de enero de 2011

Crónica de Mamacrack


Mamacrak es una banda asturiana que comienza a sonar en el 2007 en un local de Grao, donde dan su primer concierto antes de comenzar su desfile por diferentes salas de la región.

Inicialmente, el grupo estaba compuesto por Marga a la voz, Roberto en el bajo, Jorge a la guitarra y Tony a la batería. Poco después se une otra guitarra, Alberto,  y Falu, el encargado de coros, trompeta y armónica.

Fotografía: Alvaro Fuente
En sus conciertos puedes disfrutar de temas propios como Mamacrack, que es el título que le dio el nombre al grupo, Huele Mal, Mastercard, o Mr.Speed, pero también de interesantes versiones como Salta Cabrón, una interpretación ska y sucia del Salta de Tequila.

Tras las buenas recomendaciones que nos llegan acerca del directo de este grupo, y aprovechando que esta vez nuestro cronista juega en casa, nos acercamos hasta Noreña para comprobarlo in situ. Ángel nos descubre a continuación la auténtica verdad.

Viernes noche y, como todo viernes noche, concierto en el Marcelo Rock Bar.
Unos de mis importantes contactos en el mundillo musical me ha dicho que el cantante es el tipo de La Marquesina, un cómico que sale por una televisión asturiana.
Analizo aquello, recordando que suelo desconfiar cuando algún aspirante a Leonardo Da Vinci le da a varios palos a la vez.

Fotografía: Alvaro Fuente
Otro de mis informantes del panorama conciertil me dice que el grupo hará una hora y media de concierto, y otra media hora de puro espectáculo.
Aquello ya me cuadra más. Rock, comedia y puro espectáculo.

Tras los clásicos preliminares y charlas que se forman las noches de concierto a la puerta del bareto, me cuelo entre la gente para descubrir cómo está montada la banda. Distingo un batería, que se atrinchera detrás esperando tranquilo para dar guerra, un bajista,  dos guitarras, una chica al micrófono y un tipo con una trompeta que espera igual de sereno.

El cantante, con gorra y camisa, da las buenas noches entre comentarios retadores. Finaliza con una clásica pregunta lanzada al público, como si midiese el estado de ánimo que se van a encontrar esa noche. La gente del bareto, acostumbrada a las noches de rock, contesta a gritos un unánime "siii".Ël  lo vuelve a intentar con varios comentarios rockeros que terminan con un "ou yea" que suena completamente a pregunta La gente vuelve a contestar en alto y algunos de la banda se miran de reojo con cara de estar conformes. El público pide caña, por lo tanto ellos lo pagan con caña.

Arrancan de forma tremenda y entiendo por fin lo de "puro espectáculo".
Suenan a rock, limpio y claro. El batería da guerra ahora, y el de la trompeta apoya con ráfagas de viento, que para un ignorante en musicología como yo, le dan un toque a Mano Negra que me encanta.

Fotografía: Alvaro Fuente
Los guitarristas se entienden con punteos y acordes, y el que también pone la voz canta con aire de rockero convencido. La chica toma la palabra y comienza a cantar bailando como se debe hacer en un escenario. Mientras grita el estribillo se desmelena y cierra los ojos. No solo es una rockera, si no que se aleja como si fuese un cohete de todas las divas que solo pretenden serlo.

No paran. Exprimen el repertorio haciendo solo pausas para que el guitarrista haga comentarios gamberros mientras ellos recuperan el aliento.

Tras una broma genial sobre la sidra y los ladrones de la SGAE, hay un cambio, y el trompetista toma una armónica con la que el grupo logra ahora un nuevo tono blusero.

Cruzan del inglés al castellano entre canción y canción, sin perder energía ni bajar la caña. Incluso, para mi gozo y alegría, se marcan un tema con ritmo de regaee.

Fotografía: Alvaro Fuente
En la pausa, el guitarrista se recoloca la gorra y nos habla ahora como entre colegas. Nos explica de forma granuja que todos veremos un día un pureta en el espejo, y la banda vuelve a sonar mientras nos cantan precisamente eso.

Continúan demostrando que ellos mismos disfrutan de la noche, y se marcan bailoteos cara a cara mientras cruzan notas y redobles.

Solo reposan en los silencios. La cantante ni eso. Sus pelos vuelan por el aire mezclándose con la música.

¡Noche de música y espectáculo, damas y caballeros!
Terminan entre aplausos que no se prolongan demasiado, ya que como era de esperar, la gente pide más.
Reparten algún otro tema sin desfallecer, y terminan la noche de rock y espectáculo entre más gritos y aplausos. Lo que me parece extraño es que entre el público no se escuchó a ninguna voz misteriosa y veterana llamándoles "¡Paquetes!". Tal vez solo los del Café Marcelo comprendan esto.

Me retiro con una sonrisa satisfecha, como si hubiese sido yo el que estuvo dando brincos encima del escenario.



 

jueves, 27 de enero de 2011

Entrevista a Muñeco Vudú

Después del buen sabor de boca que les han dejado los premios AMAS, nominados a mejores letras, y ganadores en varias categorías como “otros instrumentos” con el saxo de Jaime Díaz, mejor canción rock, y mejor grupo revelación. Casi un pleno;  tres de cuatro nominaciones con lo que demuestran que en Asturias podemos encontrarnos con grupos de una calidad apabullante.

Fotografía: Íris Benítez Rosales
Ivo, líder de Muñeco Vudú, se marchó a Guatemala con un programa de jóvenes cooperantes, donde tuvo la oportunidad de conocer a multitud de músicos caribeños, dando así salida a todas las canciones que llevaba escritas desde hacía muchísimos años. Los Leones del Circo, nombre de su proyecto en Latinoamérica, consiguen grabar una maqueta que le sirve al año siguiente para presentar en Oviedo a varios músicos. El proyecto no tuvo ninguna respuesta negativa, excepto por el nombre, que deciden cambiar por Muñeco Vudú:

Cuando le dije a estos Los Leones del Ciro, no les gusto nada, y teníamos un tema que se llamaba muñeco vudú, que lo seguimos teniendo en el disco, aunque ahora se llama “baile vudú”, nos gustaba tocar esa canción y así quedó el nombre del grupo. Nos parecía  una dualidad interesante; un muñeco es algo tierno y vudú es algo que le da un toque más agresivo, y en ese momento nos gustó.

Tras siete meses de ensayo empiezan a hacer sus primeras actuaciones por bares de la región, hasta que logran hacerse un hueco dentro de la escena asturiana, a base de mucho esfuerzo, aunque la actual formación de muñeco vudú ha cambiado desde sus inicios:

Tuvimos una serie de diferencias,  no personales, para nada, pero íbamos por caminos diferentes  y digamos que decidimos cambiar. Borja  García, un gran guitarrista, se quedó conmigo y se unieron otros nuevos como Luigi Tudermis al bajo, Willy González  en la batería y Alfredo González al teclado.
Tras ganar el Concurso de maquetas de los 40 Principales, tienen la oportunidad de grabar su primer álbum “Mejor para todos” en los estudios Eclipse de Oviedo con Dani Sevillano. En el podemos apreciar la combinación de diferentes estilos:

Fotografía: Íris Benítez Rosales
Sobretodo hacemos rock en castellano, aunque también nos gusta jugar de vez en cuando con el reggae, el funky… Podemos decir que nuestras influencias se encuentran principalmente en el rock clásico, tanto en español como en inglés, con bandas como Los Rodríguez, Intoxicados, Los Abuelos de la Nada, Fito Páez… casi todos argentinos, y por supuesto Burning, Platero y Tú, Rolling Stones… De todas maneras lo mejor es que cada uno escuche el disco y saque sus propias conclusiones.

Aunque el resultado final se ultima en el local de ensayo, la composición de los temas, tanto música como letra, sale de la mano de Iván, que nos descubre sus fuentes de inspiración: 

Me considero mas animal que racional, creo que todos en el fondo lo somos, nos movemos mucho por instinto. Me inspiran cosas relacionadas con la vida cotidiana; la calle, el barrio, la noche, los bares,  el sexo,... Son temas  muy rítmicos que se expresan bien a través de la música. Por otra parte, y  sin desmerecer a nadie, no nos gusta hacer letras que no digan nada; no nos gustan esas historias que hablan de amor todo el rato, de cuanto te echo de menos,  hay mucha gente q lo hace y me parece muy bien. Sin embargo a mi no me gusta esconder demasiado, se trata de expresar las cosas que te interesan y te inquietan y la forma de hacerlo, no hablar siempre de cosas livianas. 
Fotografía: Íris Benítez Rosales

Para Muñeco Vudú es fundamental subirse al escenario para disfrutar y hacer gozar al público con su música, y así es como ellos se desenvuelven en directo: 

Los conciertos los planteamos para divertir, para entretener. Las canciones, más o menos están igual; a lo mejor en un tema alargas mas una parte rítmica para animar mas a la gente… pero generalmente somos bastante fieles al disco. Como anécdota te puedo contar que en el Festival Internacional de Cine de Gijón teníamos 40 minutos y tocamos el disco, apenas hablamos. Aunque ahora hemos empezado a cambiar el directo respecto al disco, pero el objetivo es el mismo. Queremos que sea algo dinámico; lo mejor es que alguien se ponga a bailar o cante tus letras. Si tuviéramos un mayor presupuesto volaríamos fuegos artificiales… pero la cosa está como está (risas).

Tras tres años de duro e intenso trabajo, la banda se muestra optimista ante el futuro; nos gustaría vernos dentro de cinco o diez años con cuatro  trabajos publicados y viviendo de esto.  No nos parece una idea tan descabellada viendo el ritmo que llevan desde su debut:

Para un grupo siempre hay una serie de escalones, hay muchas formas de plantearse el funcionamiento, para nosotros es el paso a paso de manera clásica. Cuando no había promoción ni marketing, los grupos iban así; Montabas tu grupo, empiezas  de forma muy amateur, en un local de ensayo en el que casi no cabe ni la batería y vas tocando por bares por la cena o por 4 duros.

Hemos tenido bastante suerte, pero también nos lo hemos currado mucho. Cuando nos presentamos al  concurso de maquetas de los 40 Principales llevábamos tocando un año en el que haríamos sobre 100 bolos y gracias a estas actuaciones se va corriendo la voz, pero aún así sigue siendo minoritario. Con el premio del concurso pudimos grabar un disco, hacer un videoclip, el cambio es radical. Te ayuda a llegar a más gente. Por otra parte, los Premios AMAS suponen un reconocimiento por parte de la crítica musical y también del público y te da un poco mas de confianza.

Solo les falta un último empujón; como muchos otros grupos asturianos echan en falta  una promoción fuerte que les  ayude a tocar fuera de la región, ya que  los que han podido hacerlo ha sido con empresas de fuera de Asturias. 

Fotografía: Íris Benítez Rosales
Esto lleva a Ivo a una autocrítica: tal vez cometamos el error de centrarnos más en el presente, en buscarnos la vida día a día, en vez arriesgarse y darlo todo por un proyecto. 

Muñeco Vudú está preparando su segundo trabajo discográfico que saldrá en Marzo del próximo año y nos adelanta como será:

Va a ser un disco de similar duración, y seguimos con el empeño de entretener con buenas canciones. Habrá tres voces en muchos temas, trompetas y alguna sorpresa en forma de voz femenina, de armónica, y de algún amigo que pase por el estudio... Seguimos en la misma onda, pero queremos plasmar lo que se ha ido aprendiendo, absorber las ideas de los que llegan y hacer camino.

Esperamos que este nuevo álbum les permita demoler a golpe de guitarra la gran barrera musical que delimita Asturias y  seguir subiendo escalones para poder  ver a este grupo sonando a nivel nacional. De momento, que no es poco, los vemos en Sol Música, y en la radio de los 40 Principales.

Como ya suponéis los encontrareis en myspace y en su propia página web www.muñecovudu.es donde además  de escuchar sus canciones podréis ver sus dos videoclips, “Con el dedo en el gatillo” grabado en el Filarmónica y en el casco viejo de Oviedo, y “Ahora me toca a mí” filmado en el peculiar barrio de Lavapiés.

lunes, 24 de enero de 2011

Crónica de V.T Caelorrosa

Se define como un trovador del siglo XXI; como nos parece que las cosas han debido cambiar  mucho desde la Edad Media, la curiosidad nos conduce hasta el Malayerba en Oviedo, para conocer en primera persona, la particular visión del mundo de este joven cantautor.

Pasaban de las ocho y media de la tarde cuando Jonás  Lucio desaparecía tras la puerta del camerino dejando el camino abierto a  Verant Tzâell Caelorrosa, que se dirigía con paso firme escaleras abajo hacia el escenario donde su guitarra acústica le esperaba a la penumbra de las velas.

Caracterizado con un chaleco, sombrero de  plumas y ojos pintados, nos recuerda al Dylan del 75, con ganas de contar historias y transmitir mensajes positivos, aunque su voz nos llevara a rememorar los inicios de Pearl Jam. Pronto iríamos descubriendo cada una de las personalidades que flotaban en el aire enredándose con el peculiar estilo de Caelorrosa, con un público dispuesto a escuchar y otros clientes con más ganas de hablar.

Caelorrosa comienza el concierto presentando algunos de sus últimos temas,  que según él tratan de aquellas cosas que se le ocurren mientras camina por la vida. Canciones en inglés que hablan sobre todo del amor, con ilusión y  optimismo, como en Expulsar a los malditos, El siguiente chico o Ritmos iniciáticos.

Algunas de ellas puedes encontrarlas en su último trabajo “La acción poética”, grabado este año en Avilés o como él prefiere definir en su contraportada; en las proximidades del cañón abisal cantábrico. Referencias poéticas que dan ejemplo de la influencia literaria en su música, marcada por la conciliación de estilos donde destaca en mayor medida el rock y la psicodelia.

Por otra parte, Caelorrosa también nos sorprendió con particulares versiones de grandes artistas nacionales como Loquillo y su tema Brillar y brillar, o el también asturiano Nacho Vegas y su reflejo en el escenario a través de canciones como  Detener el tiempo y Perdimos el control.